Al leer el nombre Diego, lo primero que
aterriza en nuestra mente es aquel argentino brillante que llevaba impreso el
número 10 en la espalda y que dejó impregnada su huella digital en el baúl
futbolero de los recuerdos. Quizás, José Manuel Elías, el padre de nuestro
glorioso Diego Elías, eligió ese nombre por la admiración que guardaba por el
astro argentino o quizás, no. Eso no lo sabemos. Sobre lo que sí estamos
seguros es que Diego Elías se encamina a seguir la misma línea y convertirse en
el squashista más importante de la historia.
De tal palo, tal astilla. Esta común frase
describe perfectamente cómo nació el enamoramiento entre Diego y el squash.
Desde muy pequeño, su madre lo llevaba a ver los torneos de squash en los que
su padre José Manuel competía. La seducción fue tan rápida que con tan sólo 6
años de edad, Diego empezaría a entrenar con su padre y decidiera dejar de lado
el tenis (evidentemente, la raqueta era parte de su ADN). Es así como dos años
más tarde, empezaría a competir en torneos Junior nacionales sin saber que le
esperaba un largo, pero promisorio camino hacia el éxito.
Su veloz evolución le permitiría trazar
una tendencia positiva en términos de títulos desde niño y cuya importancia
iría acrecentándose, a medida que iba creciendo. Efectivamente, Diego Elías
destacaría notablemente en los distintos torneos de squash, no sólo a nivel
nacional, sino también, el escenario extranjero sería testigo de su brillantez.
Dentro de su destacado palmarés en torneos juveniles se encuentran cinco
títulos Sudamericanos, dos Campeonatos Panamericanos, dos Canadian y US
Open y pudo conquistar tierras europeas al ganar el Pioneer Open, el Dutch
Open, el Scottish Open y el British Open, este último en dos oportunidades.
Sin duda alguna, resulta sorprendente la
cantidad de trofeos alcanzados por este chico de 18 años, pero la curva
ascendente de su carrera llegaría a la cumbre en el 2014. En ese año,
Diego obtuvo el Campeonato Mundial Juvenil de Squash en Namibia, luego de
vencer a su rival egipcio Omar ElAtmas. Ni la lejanía del país africano, ni la
jerarquía de los egipcios en este deporte impidieron que por primera vez en la
historia del squash peruano, tuviésemos un campeón mundial. Posteriormente, ello conllevó a que Diego sea merecedor del Premio Nacional del Deporte "Colibrí de Plata", distinción que lo acredita como el mejor deportista peruano del 2014.
Actualmente, Diego ocupa el puesto 43 en
el Ranking Mundial de la Asociación Profesional de Squash. Gracias al apoyo de la Asociación de Deportistas Olímpicos (ADO
PERÚ) y de su padre José Manuel Elías, ha podido mantenerse en la élite del
squash y cumplir con sus labores académicas. Acaba de ganar la medalla de plata en individuales y la de bronce, por equipos, en los últimos Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Seguramente, Diego tendrá que mejorar mucho más; esta etapa profesional presentará superficies defectuosas, pero él ha demostrado su gran profesionalismo y el amor que tiene hacia este deporte para superar cualquier reto.
Seguramente, Diego tendrá que mejorar mucho más; esta etapa profesional presentará superficies defectuosas, pero él ha demostrado su gran profesionalismo y el amor que tiene hacia este deporte para superar cualquier reto.
Él es Diego Elías, presente y futuro del squash nacional.
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| Foto: www.perú21.pe |

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