Thursday, 23 April 2015

Jarian Brandes: La vela peruana que navega sin cesar

La navegación ha sido una actividad útil para el hombre desde tiempos remotos. A tal punto, que un genovés llamado Cristóbal Colón enrumbó con sus tres carabelas La Niña , La Pinta y La Santa María y una tripulación de 90 hombres hacia esta parte del planeta, tras lo cual se convertiría en el descubridor de un continente –nada más y nada menos-, América. Hoy, la navegación se manifiesta de otras formas, como en el deporte. Siendo más específico, en la vela. Afortunadamente, existe una peruana que parece haber heredado el dominio de Colón sobre el océano. Su nombre es Jarian Brandes, quien a su corta edad, ya registró su nombre en un podio olímpico.

Jarian Brandes creció rodeada de personas ligadas a los deportes acuáticos. Ana Cecilia Augusto –su madre-,  y una de sus hermanas fueron campeona sudamericana y representante mundialista en natación respectivamente.  De esta manera, le fue imposible no incursionar en ella. La piscina le resultó un lugar bastante cómodo; le bastó 8 años para formar parte de la selección de natación. Sin duda alguna, el agua corría por los genes de las mujeres de la familia Brandes.  No obstante, la tradición familiar no sería motivo para continuar en la natación a nivel competitivo. Por el contrario, “…el hecho de meter la cabeza en el agua y no ver más el mundo de afuera la desesperaba”. También, probó los deportes de net como el vóley, tenis y bádminton, pero no la terminaron de convencer.

La vela apareció en la vida de Jarian, luego de observar a una de sus primas competir en este deporte. Empezó a practicarlo y rápidamente -en 2 semanas- consiguió ingresar al equipo del Club Regatas Lima. Como todo velerista, sus primeros pasos fueron en la clase Optimist, un tipo de bote diseñado para chicos entre 6 y 15 años. Su primera experiencia internacional ocurrió tres años después, cuando viajó a Canadá con motivo del Norteamericano de ese país. Al año siguiente, Chile fue sede de su primer Sudamericano. En aquel momento, integraba un grupo de 45 de timoneles. Posteriormente, vendría el primer logro en su carrera. Jarian junto a Renzo Sanguinetti, Francesca Foronda, Angello Giuria y Fernando Correa ganaron el Sudamericano de Argentina en la modalidad por equipos. Los dos primeros volverían a compartir el podio con Brandes en los I Juegos Bolivarianos de Playa Lima2012, donde obtuvo la medalla de bronce.

El 2013 quedó marcado por su participación en el Mundial de Vela de la Clase Optimist, cuya sede fue el Lago de Garda, al norte de Italia. Allí, miró de cerca a los tres primeros puestos cruzar la meta, pues finalizó en el quinto lugar de la clasificación general en la rama femenina. Esta buena campaña en la cita mundialista, sería desplazada por un recuerdo tangible más valioso aún meses después. Previo a ello, visitó Sao Paulo (Brasil) para participar en el Sudamericano de Clase Byte II, otra modalidad de la vela y para la cual, los navegantes tuvieron que aprender a manejar este tipo de bote días antes del inicio de la competencia. Este campeonato fue el pasaporte al capítulo más importante de su vida. La cuarta casilla en la clasificación general le permitió conseguir su cupo a los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014. “En los Juegos Olímpicos compiten 60 veleristas entre hombres y mujeres de los 5 continentes. Para mí estaría bien quedar entre los 10 o 12 primeros”, declaró Jarian sin imaginar lo que le esperaba.

La mañana del domingo 24 de agosto del 2014, los medios deportivos, a través de sus plataformas digitales, destacaban un resultado gigante en China. Jarian Brandes y sus 16 años fueron suficientes para colgarse una presea olímpica en el pecho y ver la bandera nacional flamear en lo alto. Un tercer puesto muy meritorio, imborrable y eterno.

Este el trayecto que ha emprendido Jarian Brandes, con mareas altas y bajas. Satisfecha de haber elegido el Laser, una modalidad que resulta ser una posición más cómoda para los timoneles y sobre todo, olímpica. Gracias al apoyo del Club Regatas Lima, la Federación Peruana de Vela, la Asociación de Deportistas Olímpicos (ADO Perú), el Instituto Peruano del Deporte (IPD) y de sus padres, ella ha podido progresar en este deporte notablemente. Desde Paracas, pasando por el Oceáno Atlántico, hasta el Lago Jinniu en China, Jarian Brandes es consciente que queda mucho mar por recorrer. Su constante tarea será transformar los vientos en sus aliados incondicionales en la búsqueda de teñir, con su vela, el oceáno de rojo y blanco.

Jarian Brandes en imágenes on PhotoPeach

Monday, 6 April 2015

Juan José Rosas: La nueva raqueta del tenis peruano


Si nos subimos al De Lorean DMC-12 de "Volver al futuro" y viajamos en el tiempo, nos encontraremos con varias estaciones importantes en la historia del tenis peruano a nivel de títulos individuales. A finales de la década de los 50, Alex Olmedo, arequipeño y después nacionalizado estadounidense, ganó el hoy conocido Australia Open y US Open, este último en individuales y dobles. En los 80, Jaime Yzaga como juvenil alzó los trofeos del Roland Garros y Wimbledon en dobles. Durante los 90, Luis Horna repitió la hazaña de Jaime, pero ambos torneos en la modalidad de dobles, al igual que el título de Roland Garros obtenido en la categoría absoluta en 2008. Más reciente, Duilio Beretta, también en dobles, con un Roland Garros y US Open Junior bajo el brazo. Todos recuerdos inolvidables, pero que quedaron en el pasado. Hoy, la posta parece tomarla Juan José Rosas, un tenista limeño de 17 años que aspira a ser igual o mejor que ellos.

Juan José dio sus primeros pasos en una cancha de tenis a los 3 años. Seis años más tarde, se propuso convertirse en jugador profesional. Es así, que empezó a competir en los torneos de tenis del Circuito Nacional de Menores en la categoría 12 años. Tuvo una buena temporada y lideró el ranking combinado de ese año, hecho que se volvería una constante en las siguientes categorías. En el camino, aparecería su primera copa internacional. Fue el III Campeonato Iberoamericano de Tenis "Ibero-Promesas" en la categoría 14 años, celebrado en Asunción, Paraguay. En el 2013, formó parte del equipo peruano que se consagró campeón del Sudamericano Sub-16 en la Paz, Bolivia, con lo cual clasificaron a la Copa Davis Sub-16, donde Juan José volvió a representar al Perú. A través de las giras de la Confederación Sudamericana de Tenis (COSAT), iba adquiriendo mayor roce internacional, de cara a los eventos de gran magnitud que el 2014 le esperaba.

Su participación en los torneos organizados por la Federación Internacional de Tenis (ITF) y los Campeonatos Sudamericanos obtenidos en la categoría 18 años, le permitirían disputar, en la categoría Junior, tres de los cuatro Grand Slam, los eventos de tenis de mayor importancia. La primera superficie fue polvo de ladrillo en el Roland Garros, en París, Francia. Luego, Juan José se vistió de blanco y se trasladó al césped natural del mítico y elegante Wimbledon en Londres, Inglaterra. Por último, viajó a la cosmopolita ciudad de Nueva York para jugar el US Open, torneo que se disputa en cancha dura. Los resultados de su campaña por estos gigantes escenarios alternaron la primera y segunda ronda, tanto en individuales como en dobles. Previo al último Grand Slam de Estados Unidos, Juan José Rosas incursionó en su primera aventura olímpica con el uniforme nacional de Perú en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing 2014, donde no pudo superar la segunda ronda en individuales, a diferencia de los cuartos de final que alcanzó junto al joven tenista peruano Nicolás Álvarez en duplas. 

Rosas arrancó con pie derecho el 2015. En enero de este año, exhibió su tenis en Melbourne, en el marco del Australia Open. De esta manera, pudo tachar en su lista personal el torneo Grand Slam que le faltaba. Aparte de los títulos obtenidos en Perú como los Campeonatos Nacionales del Circuito Nacional de Tenis, el Inka Bowl, el Regatas Bowl, Open Lima Junior y el Trujillo Open Junior, entre otros, Juan José logró trascender las fronteras y consagrarse ganador de la Copa Ciudad de Bogotá, Copa Cantegril, del Torneo Condor del Plata y Torneo "13º International 16 & Under Moligno", por mencionar algunos. Actualmente, se ubica en el puesto 30 de la clasificación general Junior de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y en la casilla 2040 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), al cual ingresó hace poco a partir de su participación en los torneos Future en suelo peruano.

Hace más de un año que reside en Argentina, a dónde emigró para potenciar su preparación. Rodeado por un equipo de especialistas en la materia, Juan José Rosas sueña con grandes cosas. Si bien no ha podido igualar las hazañas de Jaime Yzaga o Luis Horna, sus 17 años han sido suficientes para inscribir su nombre en los cuatro Grand Slam Junior. Tampoco podemos depositar toda la presión en él. Es uno de los que conforma la nueva camada de jóvenes tenistas peruanos, pero su presente invita a pensar en un mejor futuro. Finalmente, dependerá de él y su entorno subir a lo más alto del escalafón tenístico y devolverle al Perú aquellos tiempos gloriosos que vivió en el pasado.





















Sunday, 5 April 2015

Gladys Tejeda: De Junín hacia la élite del fondismo internacional

Quién iba a imaginar décadas atrás, que una atleta de Junín ocuparía las primeras planas de los diarios o noticieros, no sólo de nuestro país, sino también de la atmósfera internacional. No menciono esto con un fin peyorativo hacia la ciudad de la sierra peruana que concentra historia y belleza; ni muchos menos hacia sus habitantes. Por el contrario, el potencial de Junín y de los juninos, al igual que en muchas otras regiones del país, ha sido ensombrecido por la presencia de políticas centralizadas que los han discriminado del desarrollo y progreso capitalino. Y el deporte también fue víctima de ello. Afortunadamente, al final del túnel siempre hay una luz que anuncia el comienzo de mejores tiempos. Hoy, Gladys Tejeda junto a otros fondistas, representa esa luz que marca el camino hacia el éxito del fondismo nacional y de los deportistas del interior del Perú.


29 años atrás, Huancayo, capital de Junín, vio nacer a Gladys Tejeda Pucuhuaranga, la última de 9 hijos. Posteriormente, el tiempo y sus logros deportivos se encargarían de convertir aquel enunciado bíblico "los últimos serán los primeros" en realidad. Ella creció en las pampas de Junín al lado de sus hermanos y de su madre Marcelina Pucuhuaranga, quien tuvo la gran responsabilidad de criar a una atleta olímpica. Gladys se acostumbró a caminar grandes distancias desde pequeña. Recorría los caminos de su pueblo Shogui para asistir al colegio o ayudar a su mamá a pastorear a los animales. Ya en secundaria, empezó a competir. Algunas victorias, otras derrotas, caracterizaron su iniciación en el atletismo. Lamentablemente, la falta de equipamiento limitaba su participación en las carreras. Después de la muerte de su padre, Gladys no quería correr más, pero fue su madre Marcelina, quien resucitó su pasión por esta actividad.

Gladys necesitaba una mejor preparación. Por ello, con 23 años de edad, decide mudarse a Huancayo. Allí, tuvo la posibilidad de entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de la ciudad y trabajar con José Castillo, un referente del fondismo peruano, quien incrementó su interés en el atletismo y cimentó las bases de la carrera de Gladys. Por su parte, los miembros del Instituto Peruano del Deporte (IPD) observaron su potencial y la convencieron de especializarse en el maratón y en otras modalidades como las carreras de fondo, medio fondo y el cross country.

No se equivocaron. Al año siguiente, en el 2010, la natural de Huancayo obtuvo el segundo lugar en el Campeonato Sudamericano de Media Maratón (21 km 0975m) realizado en Lima. Luego, vino el Campeonato Mundial de Media Maratón en Nanning, China, en el cual Gladys terminó en el puesto 21. Sin embargo, el continente asiático sería testigo de la hazaña más significativa de la carrera deportiva de la huancaína. El 19 de marzo de 2011 será la fecha que permanecerá registrada en su mente eternamente. El evento era la Maratón de Seúl (42 km 195m). Gladys era consciente que cada kilómetro que recorría por las calles de la capital de Corea del Sur era un obstáculo menos para abrazar, al cruzar la meta, la tan ansiada clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Fueron 2 horas 32' y 32'' y la marca "A" que posicionaron a Gladys en un merecido cuarto lugar y además, le permitieron adjudicarse un nuevo récord nacional de maratón. Ese año, el pasaporte a la cita olímpica no sería el único motivo para sonreír, pues la foto de la medalla de bronce conseguida en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 se sumaría  a su álbum personal.

Las tierras aztecas se convertirían en terreno fructífero para Gladys por segunda vez, tras colgarse la medalla de oro en la Maratón de México en el año 2013. Meses más tarde, los Juegos Bolivarianos de Trujillo conducieron a Gladys a subir a lo más alto del podio en la modalidad de media maratón. El Gran Prix Nacional de Atletismo, la Media Maratón de Puerto Rico y el Panamericano Cross Country de Barranquilla, este último conseguido este año, vieron coronarse campeona a la maratonista peruana. En cuanto a las marcas, además del récord registrado en Seúl, es dueña del mejor tiempo en los 10000 metros planos y media maratón, obtenidos en Estados Unidos y Dinamarca respectivamente.

Su destacado desempeño sería también reconocido por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables mediante la Condecoración "Orden al Mérito de la Mujer 2015". Con el apoyo del "Programa de Maratonistas" del IPD, el asesoramiento de su entrenador mexicano Rodolfo Gómez y el amor de su madre Marcelina, intentará sumar una presea dorada más en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y por qué no, alcanzar el podio en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.

Ella es Gladys Tejeda, una atleta que creció en las alturas de Junín en medio de lluvias torrenciales, barro, cerros y  temperaturas gélidas, factores que moldearían las claves de su éxito en el largo plazo. Es una hija que encontró en el atletismo su esencia y un medio para salir adelante. Es una maratonista, cuyas piernas son capaces de vencer a las africanas más poderosas; Una huancaína luchadora que sueña kilómetro a kilómetro con la gloria olímpica; Una mujer peruana que no se cansará nunca y correrá siempre por encontrar su felicidad al final de la meta.


Foto de: www.andina.com.pe